EL CÓDIGO K: La religión y la cruz

En la naturaleza de la energía, hemos podido ver de que manera se entrelazan el espacio y el tiempo,

el movimiento y la medida, el circulo y el cuadrado,

es así que en el Anahuak, de nuestros viejos abuelos, lo que para nosotros es la religión,

para ellos esta se representa como la relación entre los cuatro principios fundamentales,

entrelazados a través de la cruz de Macuitlxochitl.

Marcos Falfán

Para el pensamiento preamericano, la idea de religión no puede ni debe implicar una NEGACIÓN de la vida, sino la plenitud de ésta. Es la vida eterna.

El hombre así como todo en la existencia, que nosotros llamamos física, se encuentra en el centro de esa cruz, es decir de la conjunción continua y eterna de esos cuatro principios fundamentales, solo en el equilibrio de fuerzas es posible la existencia física, y por eso para nuestros viejos abuelos, en el equilibrio de opuestos y sus complementarios subyacentes, lo que hoy conocemos como, el autocontrol y la meditación. ESTO ES PARA ELLOS LA RELIGIÓN.

La religión de nuestros viejos abuelos, consiste en hacer el bien a los demás, en practicar el amor, la misericordia, la veracidad y la pureza en todos los senderos de la vida.

La religión desde esta óptica es la filosofía en práctica, y la filosofía es la religión en teoría. La filosofía implica una búsqueda, una indagación y una pregunta constante.

La religión consiste en sentir, realizar y experimentar, es ciencia y arte.

La cerámica tan rica y basta de Anahuac, es un buen ejemplo de este reflejo de filosofía-ciencia- religión. Los estados mental-espiritual del ser, alcanzados a través de moldear el barro con sus manos, implica un alto desarrollo de las habilidades físicas, mentales y espiritual, en donde se va propiciando con la practica constante, el desenvolvimiento de la conciencia propia.

El hombre moldea con sus manos y el espíritu-energía, que lo mueve, la tierra, barro, que es como la piel de su madre, toma conciencia propia, cuando a forjado a partir de su mente-espíritu, una jarra que contiene el agua que purificara su cuerpo y le dará vida. O tal vez la ocarina (silbato) con el que silbara y cantara con los pájaros, al viento, con el que suspira y le da aliento y también vida.Cualquier religión es decir filosofía
( relación pensamiento acción) es tan buena como la otra.

Cualquier sendero o camino que conduzca a lo Supremo es tan bueno como otro cualquiera. Por eso, además, de las religiones generalistas deben haber las minoritarias e incluso las más necesarias... las individuales. Es decir la conciencia propia de la relación PENSAMIENTO-ACCION.

Esta es la cruz, de Anahuac, el estado equilibrado del ser, lo que permite la vida y sus ricas y bastas experiencias.

Parte del desquiciamiento mental que ocasiono en los colonizadores de la Nueva España, aparte de la enorme y basta riqueza del continente, fue la basta riqueza espiritu-religiosa, que debió de generarse a lo largo de milenios por practicas propiciatorias de la evolución de la conciencia propias. Ello debió de generar el “caos” mas ordenado y equilibrado que la mente moderna aun no puede concebir en una sociedad organizada. Recordemos son milenios de desarrollo.

Toda esta basta riqueza espiritual, se traducía en una amplia y compleja diversidad cultural, pero ligados por la continuidad cíclica del universo, el físico, mental, espiritual. Todas ellas con un mismo objetivo, la búsqueda de nuestra verdad. Hay muy distintos tipos de rosas, pero su fragancia es la misma. La religión es una sola, aunque son muchas las formas de practicarla. La diversidad es el orden de la creación, y la religión no es una excepción.

Otra forma de entenderlo es que la cultura anahuaca, conformaba un gran y vivo fractal del universo.

La esencia de la cruz cósmica.

La religión no es un dogma. El credo es como trozos de paja. No es la teología tampoco. No se trata de una mera creencia ni de una emoción. Tampoco es simplemente una corta oración que uno hace únicamente cuando sufre de alguna severa y aguda enfermedad. Consiste, principalmente, en una vida de bondad y servicio, en una vida con conciencia y equilibrio. La esencia de la religión no consiste en pintarse signos sobre la frente, ni en dejarse crecer el cabello y una buena barba, ni de raparse la cabeza y cantar el hare-hare, ni tampoco en permanecer de pie bajo un sol sofocante o sumergido en agua helada, ni de llevar hábito de color naranja, ni en tocar las campanas, soplar la concha o tocar los platillos, sino en una vida de bondad, pureza y servicio en medio de las tentaciones mundanas.

No dejes que tus preferencias personales, la fuerza generada del convencionalismo o la opinión de fanáticos y sectarios te cieguen, haciéndote adoptar una visión estrecha de la religión. Has de ser capaz de diferenciar lo esencial de lo no esencial en la religión y en la filosofía, por medio del discernimiento y las elecciones propias. Sólo entonces podrás intentar ser feliz.

“Utlililicen su pensamiento en justo equilibrio con lo que les dice el corazón...solo así conocerán la verdad”. Dicho de otra manera la intención lo profundo solo puede llevar a lo a lo mas visible, lo que llamamos real. Esa idea-energia, solo puede estar ligada a lo que nosotros llamamos amor, que es el centro unificador de todas las infinitas circunstancias de tiempo y espacio, desde donde nos ligamos con todo y todos de manera instantánea. Esta energía reconfigura tu cerebro, y esta misma energía que esta entrando en ti al leer esto, fluyo por la mente y el corazón de hombres robustos de juventud e inquietud infantil, quienes como tú, al nacer ignoraban todo, pero que la Tierra- la Biblioteca Viviente, revelo a aquellos que sin miedo y vergüenza han buscado respuestas profundas.

La búsqueda no ha sido nada fácil, toda la historia habida y por haber justo aqui, en tus manos ahora. Sí en tus manos, amable lector. Millones de vidas arrasadas en la llamada conquista, inmensas riquezas que llevaron al viejo mundo al renacimiento y mas tarde a la cúspide, tantos logros tantos fracasos, alegrías y tristezas, virtud y miseria humana, guerras y destrucción ahora en tus manos; en nuestras manos esta el resurgir de la humanidad.

Ese deseo de una oportunidad más para la humanidad -que ahora sientes y piensas- surco por la mente de los autores de el descubrimiento del código K; Domingo Martínez Paredes, Ignacio Romerovargas, Diego Rivera, Emilio Fernández, Cisco Drake, Carnero Hop, Humbatz Men, Benjamin Laureano Luna, Julián Carrillo, Alfredo Acosta Figueroa, Balam, Salvador Rodríguez Juárez; personajes que en vida fueron ligados por Estrella Newman, incansable alumna y educadora también; quien resume de sus maestros sobre la religión:” Un hombre, un pueblo, se salva cuando logra vislumbrar el mensaje que ha traído al mundo. Una nación no es una asociación casual de hombres, es una unión vital; el sentido de nacionalidad no se deriva de la raza, la lengua, la religión, sino de los valores tradicionales aceptados por los miembros de una nación. Debemos mirar a la humanidad no como una mera organización, sino como un organismo vivo. Fieles a la voz interior de la conciencia, somos creyentes. Creemos en la reivindicación total del ser humano, ya que sabemos que ciencia y religión son los dos aspectos de toda cultura y de la naturaleza humana: la búsqueda de la perfección ha sido el motivo dominante de la vida humana, por ello la esperanza de una civilización mundial se basa en la solidaridad de todas las religiones, la creciente unidad de sus esencias imperecederas, la comprensión y aceptación de su variedad y la convergencia de acción en la identidad. Nuestra religión ética descansa en las reglas que unen a los hombres de todo el mundo. En el maravilloso mundo de las correspondencias el universo tiene todos sus equivalentes en el ser humano, y la mente tiene sus equivalentes en las ciencias de la anticipación. Las cantidades se deducen de su apreciación, las cifras de las cantidades, la comprensión de la cifras de las comparaciones; los números como medidas, las figuras como coordenadas geométricas, los sonidos como razones armónicas, los colores como energía en acción, el movimiento como principio de la relación. La danza es movimiento, la danza es la flor de nuestra religión, el movimiento es un puente entre el tiempo y el espacio...El hombre que se desplaza modifica las formas que lo circundan...Para los danzantes el cielo comienza en las plantas de los pies.

La triple cruz de Teotihuacan y la de Palenque o Chichien Itza, asi como la danza es un espejo en el que todo se refleja, la danza tiene vida propia, es la energía que penetra y se manifiesta a través del cuerpo, y queda simbolizada en el Nahui Ollin (cuatro movimiento), símbolo en el que filosofía, ciencia, arte y religión son los cuatro pilares sobre los que se sostiene el poderoso señor del cerca y el junto, como las dedos de la mano, Tloque Nahuaque... Es así que cuando el hombre invoca a Ketzalcoatl, Tezcatlipoca o Huitzilopochtli, no apela a un dios, sino a si mismo, a los atributos del hombre ( la inteligencia, la mente y la Voluntad)”.